Productos horneados salados, ¡la alegría que hace crujir!

En todo el mundo se elaboran productos horneados salados en diferentes variantes y con innumerables ingredientes. Sólo la tradición italiana produce cada día más de 7.000 tipos distintos, si pensamos en todas las variedades de pan, focaccia, frise, galletas y varios tipos de grisines y galletas saladas. ¿Pero por qué son tan buenos e irresistibles ?

El pan es el producto horneado salado más común. Elaborado con harina de trigo u otros cereales, sin gluten, sin proteínas, sin levadura, etc. ¡Es el alimento por excelencia presente en nuestras mesas y que nunca dejará de gustar! De hecho, los primeros documentos que atestiguan la producción de pan se remontan al V milenio a.C., y tienen como protagonistas a los sumerios , quienes producían pan a partir de una mezcla de harina de cebada y agua.

Como el pan era el alimento por excelencia de las clases más pobres, que debía perdurar el mayor tiempo posible en las despensas domésticas y del que no se desperdiciaba ni una miga, de él se derivaban otros muchos productos: como la frise , o pan endurecido al aire que se consumía tras remojarlo y sazonarlo, o el pan rallado , un remedio antidesperdicio para reutilizar todos los trozos duros que sobraban y enriquecer empanados, gratinados y rellenos.

Además del pan, a lo largo de los siglos la creatividad de las amas de casa y de los panaderos ha hecho que hoy la tradición culinaria nacional pueda presumir de numerosas joyas de sabor y manjares en todo el país. Pensemos en los grissini o gherssin , o "pan pequeño" en piamontés, palitos de pan crujientes y ligeros, los taralli de Puglia, nacidos en época de hambruna, mezclando los ingredientes que la gente tenía en casa para alimentar a los hijos, o las ferratelle de Abruzzo, con su típica forma de oblea como los famosos gofres, que en realidad tienen su origen en Roma y luego se preparan exclusivamente para familias nobles. El hierro para cocinar ferratelle, llamado ferre , tenía incrustaciones con el escudo familiar y era traído como dote por la novia.

Mezclar ingredientes a partir de harina, agua y sal es uno de los placeres culinarios que se pierde en la noche de los tiempos y que aún hoy es capaz de sorprendernos con la versatilidad y originalidad de las recetas, ¡que nunca dejarán de aburrirnos! Detrás de esto hay mucho estudio e investigación sobre las materias primas y cómo interactúan entre sí, pero seamos sinceros, ¡cada vez que lo cruje , mi corazón se acelera de alegría!